Pepe Aguilar (San Antonio, Texas, 1968) une sin mucho esfuerzo categorías que parecen inconexas a primera vista. Respeta lo mismo la tradición y la innovación tecnológica, que el rock progresivo y la música ranchera. Los caballos pura sangre que los pugs. No le teme a las contradicciones. Su personalidad es un antídoto contra los prejuicios y los arquetipos. Conocerlo y conversar con él es confundirse y divertirse. Pepe es como la película: Todo en todas partes al mismo tiempo. O como diría el poeta argentino Oliverio Girondo: “Un cocktail, un conglomerado, una manifestación de personalidades”. Le gustan lo mismo las orquestas sinfónicas que el Mariachi; la vihuela y el guitarrón acompañan su día tanto como las guitarras eléctricas.
Hijo de la leyenda Antonio Aguilar ‘El Charro de México’ y de Flor Silvestre, la estrella de la música y la pantalla grande, el pequeño Pepe nació entre los escenarios, durante una gira, el 7 de agosto de 1968 en San Antonio, Texas. Cuando solo tenía tres años, sus padres le dieron el micrófono en Nueva York, en Madison Square Garden, y ahí comenzó la historia.
Pepe Aguilar pasó su niñez en Zacatecas, estudiando la primaria en Tayahua. Cursó la secundaria y la preparatoria «en el camino» mientras viajaba con su familia de gira, recibiendo educación de maestros particulares. “Me crié entre conciertos. Pasé la mayor parte de mi niñez en los espectáculos de mis padres. Tan pronto pude tomar el micrófono y cantar, formé parte de ese show”, dice el cantante de casi 1.90 metros a WIRED en Español desde El Soyate, nombre del rancho donde vive la familia Aguilar, en Zacatecas. Aquí, en Tayahua, un sitio lleno de pastizales y matorrales, se ven lo mismo caballos que antenas de Starlink, el internet de alta velocidad y baja latencia que ofrece la empresa de Elon Musk. El también productor llega temprano a la mesa donde está todo el equipo, listo para trabajar un domingo soleado en su rancho. Pide una botella de agua que llega rápido a sus manos y comienza a contarnos cuáles son los lugares donde podríamos tomarle las fotos. Enumera locaciones improbables: caballerizas con hileras de equinos; un closet lleno de sombreros y trajes de charro; un paisaje de la Meseta Central de México.
Su historia está ligada a la tradición, pero no está casada con ella. “Mi padre y yo compartimos el respeto a las tradiciones, pero no solo la musical. También las de la familia y la historia. La carrera de mi padre ha sido una gran inspiración. Antonio Aguilar se partió la cara, se jugó el todo por el todo para dignificar la música mexicana en países que no eran de él”. A los 9 años ahorró dinero para comprar una batería, su primer instrumento. Admirador de Pink Floyd y The Who, con solo 19 años lanzó su primera producción discográfica en 1987 con su banda Equs. Desde entonces, su pasión por el rock, combinada con su espíritu empresarial, lo llevó a fundar un sello discográfico. «Al rock le debo muchas cosas. En mi faceta de productor, he seguido grabando grupos de rock. El sonido de mi música mexicana tiene ese sello de distinción por el rock”.
“No me preocupa la contradicción, porque al final del día, hago lo que me dicta el corazón»
Aguilar es uno de los artistas de regional mexicano más premiados de la industria. Además, es productor independiente de más de 32 discos de artistas como Lupita D’alessio o Julieta Venegas. Es pionero de las redes sociales y cuenta con millones de seguidores; también es youtuber, tiene una estrella en el Paseo de La Fama de Hollywood y es el primer artista mexicano en tener una exposición en The Grammy Museum. En 2016, se convirtió en el primer artista latino en lanzar el primer vídeo 360°: María. Su sencillo ‘Por Mujeres Como Tú’ cuenta con más de 200 millones de reproducciones en YouTube; líder en la fusión de los géneros más populares de la música latina, mariachi y pop, tiene su propio MTV Unplugged. Pepe Aguilar no deja de innovar. Su proyecto más reciente, Jaripeo Sin Fronteras, es un concepto que adapta la tradicional gira del espectáculo ecuestre de la Familia Aguilar al momento actual. Este espectáculo, una especie de “circo ranchero”, ofrece una experiencia ecuestre-musical que combina banda, mariachi, caballos entrenados en la alta escuela española, charrería, bullfighting, y actos de rodeo internacionales. “No me preocupa la contradicción, porque al final del día, hago lo que me dicta el corazón. He logrado un balance que me deja tranquilo», sostiene.
“La IA no me intimida, al contrario, veo con optimismo las oportunidades para ampliar mi producto, mi espectáculo y mi mensaje»
Ahora, Pepe Aguilar nos habla de su nuevo disco, pionero en la música ranchera por el uso de Inteligencia Artificial (IA), no solo en la portada, sino también en los espectáculos, en sus videoclips y en el propio audio. También de su fascinación por las charlas TED, su estudio de grabación y su interés en casi todo lo que tiene que ver con música, incluyendo la ingeniería de audio. La conversación abarca tecnología, música y regulación, todo en un ambiente de sombreros, trajes de charro, caballos y tequila.
“La IA no me intimida”, zanja Pepe Aguilar. “Al contrario, veo con optimismo las oportunidades para ampliar mi producto, mi espectáculo y mi mensaje. Creo que en tiempos de grandes cambios, como siempre ha sucedido en el planeta, es necesario esperar a que se asienten las aguas para identificar el camino a seguir con estas nuevas herramientas”, dice el cantante, compositor y empresario, con más de 15 millones de discos vendidos a nivel mundial, a WIRED en Español.
WIRED: ¿Qué piensas sobre la inteligencia artificial?
Pepe Aguilar: Creo que la inteligencia artificial será una herramienta excelente. No le tengo miedo, como mucha gente.
“Hemos comenzado a usar IA en la creación de imágenes con MidJourney. He entendido que es tan efectiva como las instrucciones que le des”
WIRED: Nos comentabas que ya has utilizado la inteligencia artificial. ¿Es cierto que también la has empleado en tu último disco?
Pepe Aguilar: Sí, hemos comenzado a usar inteligencia artificial principalmente en la creación de imágenes con MidJourney y otros programas, para combinar diferentes tecnologías y códigos, sacando lo mejor de ambos mundos. Aunque no desarrollo la IA que utilizo en mis shows, sí dirijo cómo quiero que se implemente. Hasta ahora, he entendido que la IA es tan efectiva como las instrucciones que le des, por lo que es crucial volverse hábil en formular preguntas y en su dirección. Actualmente, con ChatGPT, que ahora guarda tus conversaciones, puedo mantener sesiones prolongadas educando a un chat en particular. Antes, los chats no se guardaban más de tres horas, y había que empezar de cero. Paso horas y horas en sesiones, entrenando diferentes chats de ChatGPT. Estoy enfocado en utilizar la IA para mejorar la eficiencia económica, porque el límite lo pone uno mismo.
“ChatGPT es mi buscador preferido, incluso más que Google”
[Seguir leyendo…]
https://es.wired.com/
