Miami, 19 de octubre de 2025 – Las grandes discográficas no están dispuestas a retroceder en uno de los fallos más importantes contra la piratería digital en la historia reciente. En una nueva presentación ante la Corte Suprema de Estados Unidos, los sellos más poderosos —entre ellos Universal, Warner y Sony Music— solicitaron que se mantenga en firme la sentencia que responsabilizó al proveedor de internet Cox Communications por su papel en la distribución masiva de música pirateada por parte de sus clientes.
La batalla legal, que comenzó en 2018, culminó con un fallo sin precedentes que responsabilizó a Cox por infracción contributiva de derechos de autor, al considerar que la empresa permitió deliberadamente la piratería en su red al no desconectar a clientes reincidentes. La empresa argumenta ahora que esta decisión podría tener consecuencias “catastróficas”, alegando que obligaría a los proveedores a desconectar a usuarios inocentes, desde abuelas que comparten conexión con sus nietos hasta hospitales y universidades.
Las discográficas calificaron esta versión como un intento de desviar la atención del verdadero problema: la falta de voluntad de Cox para aplicar las reglas básicas de la Ley de Derechos de Autor del Milenio Digital (DMCA), que exime de responsabilidad a los ISP solo si toman medidas efectivas contra los infractores reincidentes.
Según documentos del juicio, ejecutivos de Cox reconocieron internamente su decisión de no hacer cumplir la ley. Uno de ellos llegó a escribir: “¡Al diablo con la DMCA!”. Para la industria musical, esa frase resume toda la actitud del proveedor, que —afirman— prefirió mantener clientes que pirateaban contenido antes que perder ingresos por cancelaciones. En su respuesta ante la Corte, las compañías recalcaron que la responsabilidad por infracción contributiva está bien establecida en la jurisprudencia estadounidense: cuando una empresa sabe que facilita la violación de derechos de autor y no actúa, comparte la culpa.
Además, subrayan la ironía del argumento de Cox sobre el “derecho al acceso digital”. Según los datos presentados, la empresa desconectó a más de 600.000 clientes por impago, pero solo a 32 por piratería reiterada. Más allá de los mil millones de dólares en juego, el caso Cox vs. las discográficas es ahora un símbolo del choque entre dos visiones del ecosistema digital: una que defiende la libre conectividad, y otra que exige responsabilidad cuando esa libertad se convierte en impunidad.
El fallo final de la Corte Suprema podría redefinir los límites de la responsabilidad tecnológica en la era del streaming y sentar un precedente que afecte tanto a los proveedores de internet como a toda la cadena de la industria musical.
[Fuentes]
https://www.reuters.com
https://completemusicupdate.com