El DJ brasileño ofreció una puesta en escena en la que exaltaba la importancia de la intervención humana en el arte.
En su primera aparición en el festival Coachella, Alok ofreció un espectáculo en el que reformuló los límites de lo que un DJ puede representar sobre uno de los escenarios más emblemáticos del mundo. El productor brasileño transformó el escenario Sahara en donde no sólo defendió su propuesta musical en vivo, sino que también tomó la oportunidad para dar a conocer su posición frente a la inteligencia artificial, resaltando que el arte necesita seguir siendo humano.
Bajo la dirección creativa de Fabio Soares, quien de hecho estuvo a cargo de la puesta en escena de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Río 2016, el espectáculo de Alok fue concebido como un rechazo directo a la creciente automatización del mundo creativo con la evolución de la inteligencia artificial. “¿Cómo podemos mantener el arte humano? Porque el arte necesita alma”, expresó el músico en conversaciones con Rolling Stone, donde adelantó algunos detalles de su show de este primer fin de semana del festival.
El set arrancó junto a un colectivo de 50 bailarines del grupo Urban Theory, vestidos con trajes futuristas y guantes metálicos, para realizar una coreografía que, por momentos, parecía haber sido generada por inteligencia artificial. Pero detrás de cada movimiento se encontraba la ejecución precisa de cuerpos humanos, acompañados del mensaje “esto no es IA” en las pantallas. En el centro del escenario, dos manos gigantescas, metálicas y plateadas, sostenían la cabina del DJ, como un símbolo que pretendía recordar al público que la herramienta más poderosa en la historia de la creación artística sigue siendo la mano humana.
El show evolucionó en múltiples actos que dividían el mensaje en diferentes dimensiones. Tras una primera parte centrada en el conflicto entre la automatización y la creatividad humana, la narrativa se desplazó hacia la naturaleza. La danza se volvió más fluida y orgánica, evocando el movimiento de los árboles, las olas, y el poder del fuego. “Empecé hablando de tecnología, y ahora también hablo de la naturaleza. En realidad, es por la misma razón. Hay cosas que no se pueden reemplazar”, explicó el artista.
Pero más allá del performance, el set también estuvo marcado por la aparición de algunos invitados especiales para acompañar el acto. Zeeba, colega de Alok desde hace mucho tiempo, apareció para interpretar ‘Hear Me Now’. Más tarde, Ava Max se sumó al escenario para cantar una nueva versión de su éxito ‘Sweet But Psycho’ y continuar con el tema junto al productor brasileño, ‘Car Keys (Ayla)’. “Es mi primera vez en Coachella. Nunca he estado aquí. Para mí también es una experiencia muy fresca y nueva”, comentó el DJ sobre la integración de Max a su set, que se definió apenas días antes de la presentación.
Para cerrar el espectáculo los bailarines se despojaron de sus máscaras, mientras que Alok abandonaba la cabina para pararse junto al colectivo y declarar al público: “Mantén el arte humano”. “Todo hoy en día es IA, y ahora tenemos una gran oportunidad de hacer algo que no lo es, y sigue siendo increíble”, reflexionó en su conversación con Rolling Stone. “Como artistas, siento que tenemos la responsabilidad de impulsar la cultura. Coachella es este gran momento y esta enorme plataforma, y también es un momento en el que tienes que tratar de impulsar la cultura hacia adelante y posicionarla”.
Aunque lamentó la escasa representación de Brasil en esta edición del festival tras la salida de Anitta, “No me enorgullece, desearía que tuviéramos más”, Alok dejó en claro que su presencia en Coachella tenía un propósito más allá del reconocimiento individual. Su actuación tenía como fin plantear preguntas fundamentales sobre el futuro del arte, el papel de la tecnología y el poder colectivo, tanto de los artistas como del público.
Alok regresará al festival este fin de semana, que se llevará a cabo del 18 al 20 de abril.
[Fuente]
https://es.rollingstone.com/