Miami, 21 de octubre de 2025 – Después de más de una década en el centro de la polémica, Ticketmaster ha anunciado el cierre de TradeDesk, su sistema interno para la gestión y reventa de boletos. El movimiento llega tras un aumento en la presión de la Comisión Federal de Comercio (FTC), el Departamento de Justicia y varios legisladores estadounidenses que investigan a la empresa matriz, Live Nation, por presuntas prácticas anticompetitivas y violaciones a la Ley BOTS, diseñada para frenar la compra masiva de entradas mediante software automatizado.
TradeDesk fue presentada originalmente como una herramienta de “eficiencia” para la industria, pero pronto se convirtió en símbolo de un modelo que priorizaba la ganancia sobre el acceso justo. A través de esta plataforma, revendedores profesionales podían gestionar cientos de cuentas, manipular precios y revender boletos dentro del mismo ecosistema de Ticketmaster, generando ingresos tanto en la venta original como en la reventa.
El escándalo no es nuevo. En 2018, una investigación de la Corporación Canadiense de Radiodifusión (CBC) y el Toronto Star expuso cómo representantes de Ticketmaster promovían TradeDesk entre revendedores durante una cumbre corporativa en Las Vegas. Aquella revelación, acompañada de videos y documentos internos, desató un debate sobre la ética de una compañía que parecía beneficiarse del mismo mercado que decía combatir.
Aunque Ticketmaster negó haber actuado de forma irregular, el daño a su imagen fue profundo. Años después, el episodio sigue resonando entre los fans que enfrentan precios exorbitantes y sistemas de venta saturados por bots. Con el cierre de TradeDesk, Live Nation busca mostrar una voluntad de cambio.
En una carta reciente al Congreso, la empresa aseguró que implementará nuevos controles sobre las cuentas de reventa y que “ninguna entidad podrá operar múltiples perfiles para comprar boletos al por mayor”. Sin embargo, organizaciones como la National Independent Venue Association (NIVA) califican las medidas como insuficientes, subrayando que la confianza del público “ya fue traicionada”.
El cierre de TradeDesk no borra el pasado, pero marca una nueva etapa. Para algunos, es una señal de que la industria de la venta de entradas está entrando en su propio “momento de rendición de cuentas”. Para otros, es solo una maniobra defensiva ante la amenaza de multas, demandas y el creciente descrédito entre artistas y audiencias.
[Fuentes]
https://www.infobae.com
https://www.digitalmusicnews.com
https://www.billboard.com