Miguel “Mike” Amadeo tiene 92 años y llegó desde Puerto Rico a Estados Unidos cuando apenas tenía 13; la historia de una leyenda de El Bronx.
Asus 92 años, Miguel “Mike” Amadeo se levanta temprano todos los días para ir a trabajar, tal como lo hace desde hace más de cinco décadas. Este puertorriqueño, que llegó a Estados Unidos a fines de 1940, es el encargado de mantener viva una leyenda: Casa Amadeo, la tienda de música latina más antigua de Nueva York.
De Puerto Rico al Bronx: la historia de Miguel “Mike” Amadeo, encargado de Casa Amadeo
Miguel Ángel Amadeo llegó a Nueva York desde Bayamón, Puerto Rico, en 1947, cuando tenía 13 años. Cruzó el océano acompañado por su madre, Vicenta, con quien vivía tras la ausencia de su padre, el reconocido compositor boricua Alberto “Titi” Amadeo. Fue de él de quien heredó su pasión por la música.
La Gran Manzana pronto se transformó en su hogar y le dio un nuevo nombre: “Mike”, apodo que le pusieron los profesores de la escuela a quienes les costaba pronunciar su nombre.
Desde su infancia, Amadeo demostró una inclinación natural hacia la música. A los 14 años recibió una guitarra como regalo de Navidad y nunca la soltó. “Ya escribía canciones y poemas, así que una vez que tuve la guitarra, empecé a cantar”, relató en una entrevista con 1010winsnoticias.
Comenzó a tocar bares y restaurantes, mientras que en 1955 se incorporó a Alegre Records, una discográfica especializada en música latina. Poco después sus canciones ya sonaban en la radio.
Sin una formación académica ni conocimientos de partituras, desarrolló una carrera prolífica que lo llevaría a componer para estrellas latinas como Celia Cruz, Willie Colón, Danny Rivera, así como también a trabajar con figuras icónicas como Tito Puente.
La compra de una tienda musical con historia, emblema de El Bronx
La historia de Casa Amadeo no comenzó con Mike. El local, que funciona en el 786 de Prospect Avenue, fue fundado en 1941 por Victoria Hernández, hermana del reconocido compositor Rafael Hernández. En ese entonces recibió el nombre de Casa Hernández.
En 1969 la mujer decidió vender el negocio y Amadeo, que buscaba un nuevo rumbo profesional, hizo una oferta que ella aceptó. Desde entonces, el boricua abre la tienda seis días por semana. “Así es como durante más de 50 años estuve en esta esquina”, le contó Amadeo a Spectrum Noticias NY1.
La tienda sobrevivió décadas difíciles. “Cuando el Bronx ardió en los años 70, toda esta manzana fue derribada. Todos los edificios, todo se fue», recordó el compositor, que aclaró que lo único que se mantuvo en pie fue su local. “Esta tienda seguía aquí. Nunca me fui”, explicó.
Durante esa época, la inseguridad lo obligó a proteger el negocio con sus propios medios. Pasó noches enteras en el local, sin luz ni calefacción, junto a los guardias de seguridad que él mismo contrató, para evitar saqueos. “Nos quedamos allí toda la noche porque la gente empezó a entrar rompiendo ventanas”, recordó.
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